...No pude evitar ­lo recuerdo bien­ el asombro ante mi descubrimiento mientras los pájaros continuaban su vuelo sobre mi cabeza. (...) Los observé arrastrar el síntoma de una enfermedad progresiva que confirmaba que mi viaje era insignificante. (...). Sintiendo en mi cabeza la paradoja del graznido, constaté que nunca había escuchado antes un sonido más pleno y categórico, un graznido público tan lícito que transformara ese vuelo cobarde de los pájaros en una epopeya redentora. (...). Una noche desperté conmocionada y entendí que mi porfía podía atravesar todas las compuertas. Escribiría sobre ellos (los pájaros), amparada en la soledad de una de las habitaciones de mi casa. Me levanté en plena oscuridad y busqué las pruebas que había conservado. Allí estaban las cintas, las cartas, las fotografías. Allí estábamos capturados en el cuadrante de la caja que empecé a catalogar con una obsesión que ya me conocía...

(vaca sagrada, Diamela Eltit)

vino sobre tela cruda...


-Tú no me quieres-
Atravesando esa noche me separe de él en una esquina que a mi memoria aún le resulta totalmente enemiga...

(La Vaca sagrada, Diamela Eltit)


subi esta imagen con estas palabras que de mucho no juntan...
pero la presencia de gente se llena de tus ausencias...